dissabte, de juliol 07, 2018

545.- De nou, Aznar.-


545.- De nou, Aznar.-

Pel Gener  del 2004 feia, en el meu bloc, una referencia explicita al Sr. Aznar que ens anunciava que no es tornava a presentar a les eleccions previstes pel mes de Març  següent. El penjo de nou perquè, passats els anys  (14 anys i mig...) em sembla, pel que lleigeixo i vaig sentint, que no ha perdut actualitat, perquè tot el que va fer  va quedar perfectament institucionalitzat.  Era la quarta entrada en el meu bloc i no creia que el que ens hauria d’arribar encara seria pitjor... El vaig titular Pasos perdidos  volent fer referència a la involució que havíem viscut. És llarg, però vuit anys de Govern  Aznar no son fàcils de resumir.

4.- Pasos Perdidos

Aznar se va. Existían serias dudas sobre el cumplimiento de la promesa por parte de una persona endiosada y auto considerado como imprescindible, pero se va. Es lo mejor que le puede pasar a éste País mío y para el Estado en el que me toca vivir, creo que también.  Existe siempre el miedo a lo desconocido, el miedo que genera  el  desconocimiento de lo que nos depara el  futuro, pero ésta vez soy optimista: peor que hoy, no va a ser el mañana. Aznar se irá y lo que nos venga encima es imposible que sea peor.

El cesarismo con que el Sr. Aznar  ha desarrollado su actitud política, no tiene parangón, salvo en las dictaduras convencionales actuales, que las hay, o peor aún, en las dictaduras decimonónicas. Ha confundido a Dios con el César, se ha imbuido de un mesianismo vaticano, ha reducido los poderes clásicos de un sistema democrático a una pura correa de transmisión de su criterio personal. Dejará al país entero en una situación política no diré que irreparable, pero sí que muy complicada porque ha llegado al extremo de habituar al país a considerar, por ejemplo, delito lo que simplemente es dialogo.

El espectáculo ha sido tristísimo. El Sr. Aznar ha mantenido un distanciamiento permanente entre su pensamiento (de camisa azul, yugo, flechas y correajes, todo hay que decirlo) con la realidad del Estado. Y ese distanciamiento, ha ido en crescendo en ésta última legislatura. Ha encabronado a todo el mundo, ha tratado a la oposición (mendicante, seguidista  y sin atisbos de independencia, es cierto) con el mayor de los desprecios y la mayor de las crueldades y todo ello con una sola finalidad: su lucimiento personal. El cinismo y la demagogia han sido su norma de conducta. La sonrisa sardónica, en claro amago de ese  aspecto charlotín que tanto le tortura, junto con la aparente rabia permanentemente manifestada por esa forma de hablar con bloqueo  máxilo- facial y entre dientes, han sido constantes de las que parece que, definitivamente, nos vamos a librar.

Algo habrá hecho bien, es de esperar; pero quiero dejar una serie de pinceladas sobre lo que sí ha hecho mal, clamorosamente mal.

Terrorismo.

El Sr. Aznar tenía la obligación de terminar con el terrorismo Etarra y no lo ha conseguido. Las medidas policiales, que realmente son parte integrante de cualquier sistema antiterrorista, han dado resultados positivos. Pero no se ha firmado la Paz, que tenía que haber sido su objetivo prioritario. Y no se ha firmado la Paz, en mi opinión, por dos motivos fundamentales: porque no se han utilizado todos los medios par conseguirla (léase diálogo) y  porque lo que él quiere no es la Paz, sino  la Victoria (la diferencia no es sólo de matiz...)  olvidando aquella frase tan certera y aplaudida de Desmont  Tutu de que la Paz se firma con los enemigos.
No obstante a esa obcecación, ha sido capaz de viajar a Palestina, entrevistarse con Arafat (el que fue uno de los terrores del mundo mundial, como diría un castizo) ofreciéndose como mediador en el problema palestino al mismo tiempo que era incapaz   de dialogar con los etarras, llegando incluso a encarcelar a los que en su momento tuvo como interlocutores considerados como válidos en Suiza. O ha sido capaz de reunirse con Gadaffi (otro que tal...), de apuntarse al eje del bien tras el famoso 11 de Septiembre presentándose como un auténtico especialista en  materia  terrorista, considerando siempre como más importante su lucimiento personal   que el servicio que debe  a los ciudadanos del país que preside. Da la sensación de que el móvil de su actuación no sea más que el de una venganza sobre aquellos que atentaron contra su vida. Es humano. Pero cuando los árboles no dejan ver al bosque porque no existe la valentía de desbrozarlo, dejando a un lado de forma manifiesta lo personal (y por lo tanto es posible que accesorio para la sociedad en general), no queda claro si la actitud responde a una grandeza de espíritu  o, por el contrario, al más ruin de los proyectos. Todo ello  agravado por el estatus personal y político del Sr.  Aznar.

Irak

Nos metió en una guerra por puro servilismo (él que es un pacifista de tomo y lomo...!).  La foto chulesca, sentado junto a Bush, con las piernas cruzadas y apoyadas sobre la mesa sirvió para que su insignificancia personal se sintiera dignificada y su Yo enaltecido. Pero la carga psicoanalítica de la foto es de tal calibre que pone en evidencia que el inconsciente   le traiciona, se le manifieste de forma desbordante, incontrolado, tanto que hace añicos la presunta bondad  de ratificación de aquel  Yo enaltecido. Mintió de forma inmisericorde cuando afirmó de la existencia de armas de destrucción masiva. Instrumentalizó cuanto pudo para, simplemente, salir en la foto. Desoyó el clamor popular (atiado por los socialistas, eso sí) exigiendo el fin de las hostilidades. Y lo que es más grave: con su actitud arribista y servilista, se enfrentó a Europa, creando un cisma profundísimo, y aún no reparado, entre los estados miembros de la UE.

Euskadi

El desastre es total. Ha confundido con aviesa intención la velocidad con el tocino. Un pueblo (y más los de un Estado  como el nuestro que ha firmado la Carta de los Derechos Humanos), le guste o no al Sr. Aznar, tiene perfecto derecho a ejercer el derecho a su autodeterminación y él, como garante que era de los derechos de los ciudadanos (de los de aquellos que no piensan como él, también), no puede invocar una  Constitución que considera inamovible para negar aquellos derechos. Aznar, como cualquier presidente de gobierno, promete servir al país que le ha elegido. Luego cumple lo que le conviene (como todos, eso sí, pero con una dosis de cinismo insuperable en éste caso), se enfunda de nuevo el uniforme azul y vuelve a decirnos aquello que ya nos decía Franco: España Una, Grande, Libre pero, sobre todo, Indivisible. Lo de “...antes roja que rota...” vuelve a ser una triste realidad para los que soportamos la dictadura con la esperanza de un futuro mejor, situación que evidentemente no se dio en su caso.  El pensamiento único se ha impuesto. Ha demonizado al pueblo vasco hasta extremos de conseguir la expulsión del PNV del grupo de la Democracia Cristiana europeo. Víctimas del terrorismo, sólo lo son aquellas que aplauden al líder indiscutible. Pierde las elecciones autonómicas, pero su obstinación crece hasta el extremo de afirmar que las causas del terrorismo no han de tenerse en cuenta en la lucha antiterrorista. Su obsesión enfermiza en contra de todo lo nacionalista le convierte en esclavo de una Constitución que maldijo en su momento. Esa esclavitud le es completamente insoportable (él es un claro ejemplo del esclavo de sus propios gestos y de sus limitaciones) pero  está convencido  de que la fidelidad a su tozudez es lo que le hace grande, cuando realmente a lo que ello le conlleva es una deshumanización total. La falta de grandeza espiritual consecuente, parodiando a Unamuno,  le lleva al regodeo por el incremento de los pobres de espíritu a su alrededor.

Libertades

La pérdida de libertades de los ciudadanos de éste país es obvia. El diálogo y las ideas son delito,  están proscritos y penados con la cárcel. Sólo dos ejemplos: Ley de ilegalización de partidos políticos (se castigan las ideas, la libertad de expresión, el derecho de reunión, etc...) y la Ley en contra de los Presidentes Autónomos que sean capaces de llamar a las urnas a sus gobernados para que ejerciten el más elemental de los derechos democráticos: votar (Ley  que no es más que un  paradigma de la imposición, otra más,  del pensamiento único y de la criminalización del diálogo en sí mismo). La actitud de los Tribunales de Justicia ante la independencia del Parlamento Vasco, como traca final, es vergonzante. El ejecutivo manda y la dignidad de los jueces se pierde en asentimientos cómplices.  Así nos va.

Tribunales y Justicia

La actitud personal de los Fiscales Generales (con Cardenal y Fungairiño a la cabeza) es de puro y exclusivo servilismo para con el César. El presidente del Constitucional es capaz de emitir juicios de valor antes de tratar  cualquier asunto, condicionando a los miembros del propio tribunal. El Tribunal Supremo ha de sancionar al Constitucional por negligencia. Nadie controla a los jueces que son capaces de emitir sentencias que claman al cielo. Continúa la lentitud de los procedimientos, exasperando a los justiciables. Mafiosos de pelo entero abandonan las cárceles o se fugan impunemente. El pobre chorizo (lo de pobre es un decir, pero se entiende) da con sus huesos en la cárcel con toda seguridad, porque es el más débil, o sale de los juzgados,  tan campante, aunque pesen sobre de él no se cuantas denuncias. La anunciada Reforma  del sistema Judicial, tampoco se ha llevada a cabo.

Es posible, como he dicho en un principio, que algo haya hecho bien el Sr. Aznar porque, está claro que es absolutamente imposible hacerlo todo mal. Pero he realizado simplemente unas pinceladas, con algún juicio de valor, es cierto, sobre temas que entiendo importantes y sobre los que he constatado hechos concretos, a pesar de todo. Y dejo adrede determinados temas, no porque sean menores, sino porque, en mi modesta opinión, necesitarían una ampliación del contenido  del presente escrito hasta límites novelescos. Y no es esa mi intención. Pero dejo en el tintero temas como el Prestige, el Plan Hidrológico, las campañas publicitarias del Ministerio de Trabajo del inefable Sr. Zaplana  a mes y medio de las Elecciones Generales, la sistemática oposición  a la investigación de Gescartera o a  cualquier escándalo por el estilo en el que los socios o adláteres del Sr. Aznar  se puedan hallar implicados, o las relaciones  Iglesia - Estado o la problemática creada por la avalancha  emigratoria, por ejemplo.

Así no se regenera una sociedad tocada  por el desastroso final de la era socialista. El neofascismo grandilocuente, demagógico, asesino cultural, dictatorial, ultraconservador... Esa la herencia que nos deja el Sr. Aznar después de ocho años de intransigencia. Veamos quién lo arregla, si es que hay alguien capaz de arreglarlo

J.  Vinyeta
Enero  2004

Repeteixo:  Gener del 2004. L’únic que ha canviat ha estat la substitució d’ETA pels indepes catalans, perquè el demés, potser tot ens està igual, però actualitzant  noms...

J.  Vinyeta
7 de Juliol de 2018